por: Paulo Garikano
El lunes llegamos a Lipno para dar guerra en la Hiko Devils Extreme Race, donde se esperaba que de martes a jueves soltaran agua. La organización se portó, poniendo a disposición de los participantes una parcela de hierba para poder acampar y un tren nos remontaba hasta él haciendo mucho más cómodo el bajar el río una y otra vez. En total había más de 100 inscritos y un nivel altísimo; varios de ellos patrocinados por marcas famosas, campeones del mundo, olimpicos... Al final solo soltaron agua el miércoles y el jueves así que aprovechamos el tiempo para poner en práctica el idioma anglosajón con los Australianos y Nueva Zelandeses.
Junto con el mal tiempo llegó
el inicio de la competición. En la clasificatoria del sábado Myke y yo
conseguimos colarnos para la semifinal, donde yo me fui a la calle y nuestro
compañero consiguió colarse entre los 15 mejores. A la tarde era el turno de la
competición por grupos, así que adoptamos al australiano Jaxon en nuestro
equipo. Por mi parte tengo que decir que hice una bajada pésima, no me sabía
bien las lineas y a pesar de llegar exhausto es imposible ser rápido cuando
pasas por encima de cada piedra que hay en el río. Al final acabamos en 9
posición.
El domingo el día vino con
más pena que gloria por culpa de la fiesta de despedida del día anterior pero
eso no fue excusa para cargar el coche y partir rumbo a Lienz. Conforme nos
acercábamos a la ciudad nos costaba más y más mantener la boca cerrada; los
Alpes se mostraban imponentes, con picos de más de 3.000m y verdes prados
brillando bajo la luz del sol. Nos alojamos en las faldas de un monte con unas
vistas impresionantes, más montes de ensueño convertían la panorámica digna de
aparecer en postales. Recordemos que en esta ciudad se celebraba la Redbull
Dolomitenman, una de las carreras por equipos mas extremas de todo el globo.
Los integrantes de BIT (Basque Indar Team) llegaron entre el domingo y el
lunes. Pasamos una gran semana, hicimos menos creek de lo deseado debido al los
altísimos caudales de los ríos, así que hubo tiempo para hacer de todo: creek
expediciones al monte, piscina... y cuando los competidores entrenaban
amenizaba las sesiones látigo en mano, como buen “coach”.
Viernes 24 de agosto. Tras disfrutar de nuestros últimos días de
verano en Donosti, Myke y yo cargamos el coche esta arriba para partir en busca
de nuevas aventuras con dos destinos obligatorios. Por un lado en Lipno,
República Checa, se celebraba la carrera Devils Extreme Race los dias 31 de
Agosto y 1 de Septiembre. Y por otro lado Lienz, Austria donde se celebraba la
competición Redbull Dollomitenman.
Así pues el viernes hicimos
escala en Sort y a la mañana siguiente madrugamos para afrontar el largo día
que nos esperaba. Tras cruzar Francia y Suiza llegamos a Oetz, Austria, con
increíbles ganas de remar ahí el día siguiente. Este río no es otro cualquiera
ya que a principios de Octubre se celebrará el Campeonato del Mundo de Kayak
Extremo y además tiene muchos y muy buenos tramos. Al ver el río nuestra cara
se transformó como cuando a un niño se le cae la bola del helado, el río
llevaba tanta agua que convertía en suicidio intentar navegar en él. Al final
fuimos a Ausburg a juntarnos con unos amigos, remar en el canal y disfrutar de
la cerveza alemana.
El lunes llegamos a Lipno para dar guerra en la Hiko Devils Extreme Race, donde se esperaba que de martes a jueves soltaran agua. La organización se portó, poniendo a disposición de los participantes una parcela de hierba para poder acampar y un tren nos remontaba hasta él haciendo mucho más cómodo el bajar el río una y otra vez. En total había más de 100 inscritos y un nivel altísimo; varios de ellos patrocinados por marcas famosas, campeones del mundo, olimpicos... Al final solo soltaron agua el miércoles y el jueves así que aprovechamos el tiempo para poner en práctica el idioma anglosajón con los Australianos y Nueva Zelandeses.
El campsite.
Al agua!
El tren, que nos llevaba hasta el camping!
El sábado me toco hacer de
trainer. Con una correcta bajada Myke consiguió colarse entre los mejores,
acabando en la sexta posición. El kayakcross (cuatro competidores bajando a la
vez) también tuve que verlo desde la orilla. Era la prueba más espectacular del
evento: cuatro competidores saltaban a la vez desde la rampa de unos siete
metros para completar una bajada de unos dos minutos, los dos primeros se
clasificaban. Tras superar dos eliminatorias Myke dijo adiós a la competición.
A la noche despedimos la edición de este año con un ambiente excelente,
conciertos, DJ's... todo ello amenizado por los patrocinadores (Jägermeister,
Redbull y Budweiser).
Las vistas desde la terraza!
Un poco de creeking!
Pillados en plena meditación...
El sábado por fin llegó el
día que tanto espera el equipo BIT, era la primera vez que un equipo vasco
competía en 25 años de historia de la prueba. La competición no era corta que
digamos: primero Iñaki tenía que completar un desnivel positivo de 2.000m con
nada más que la ayuda de sus piernas, una vez llegado a la cumbre le daría el
el relevo a Beñat quien ademas de cruzar medio monte con el paracaídas en sus
espaldas completaría un total de dos vuelos para aterrizar en una pequeña
parcela de hierba. Ahí le esperaba Myke que debía de correr en busca de su
kayak para completar un slalom en un río de clase III y teniendo que remontar
gran parte de él tirando de bíceps. Para acabar Alex con la ayuda de su BTT
tenía que completar una ascensión de 1.700m para luego realizar un peligroso
descenso. Para que os hagáis una idea del nivel del evento contad con que entre
los participantes se encontraban numerosos deportistas olímpicos, varios de
ellos medallistas, otros tantos campeones del mundo en diferentes disciplinas,
atletas africanos que se acercaban a las dos horas en la maratón y una larga
lista de maquinas que añadían, si cabe, un aliciente extra a la carrera.
Tras más de cinco horas
exprimiéndose al máximo en cada disciplina, el equipo acabó en el puesto 55 (25
en amateurs), una más que meritoria plaza teniendo en cuenta que es su primera
participación. El viaje de vuelta fue tan largo como el de ida, pero mucho más
duro por el cansancio acumulado de más de dos semanas haciendo de todo, y es que,
si no fuera así no podríamos decir que hemos exprimido al máximo el viaje.
Ahora toca machacarnos para la Adidas Sickline ya que aquí no contamos con ríos
donde remar, os mantendremos informados de nuestras aventuras!
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